En 1936 Willy Blaser colocó la primera piedra. Desempleado a los veinte años, usando una estufa de petróleo y una cacerola en el sótano de la casa de sus padres, logro desarrollar su primer producto exitoso, la Blaha-Glanz la cual era una grasa lustradora de zapatos repelente al agua – un invento muy útil que no existía en aquel entonces. Willy Blaser comenzó la venta usando una bicicleta con remolque, visitando las granjas a su alrededor en la zona de Emmental.