El hijo mayor de Willy, Peter, se unió al negocio familiar en 1973 justo cuando estalló la crisis mundial del petróleo. Durante esos tiempos difíciles, demostró ser un visionario. Rápidamente se dio cuenta de que si quería posicionar a la empresa internacionalmente, tendría que invertir en el desarrollo de fluidos de corte para la industria metalmecánica.